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Sin Espacio Vacío

Retrorreflectores, fundamentales en la exploración lunar moderna

Más de 50 años después de las misiones Apolo, los retrorreflectores instalados por los astronautas siguen desempeñando un papel crucial en la investigación lunar. Estos instrumentos nos permiten medir con precisión la distancia entre la Tierra y la Luna, así como estudiar su forma y los efectos gravitacionales entre ambos cuerpos. Ahora, el programa Artemis de la NASA planea llevar esta tecnología al siguiente nivel con la implementación del NGLR (Retrorreflector Lunar de Próxima Generación).

NGLR-1 es uno de los 10 instrumentos científicos seleccionados para viajar a bordo del módulo de aterrizaje lunar Blue Ghost 1. desarrollado por Firefly Aerospace, como parte de la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services). Diseñado por investigadores de la Universidad de Maryland, este innovador retrorreflector utilizará láseres terrestres para obtener mediciones con una precisión sin precedentes, en el rango submilimétrico.

El NGLR promete ampliar el conocimiento sobre la estructura interna de la Luna, los procesos geológicos en su corteza y los cambios en el sistema Tierra-Luna. También permitirá realizar pruebas avanzadas de la teoría general de la relatividad de Einstein y estudiar posibles movimientos del núcleo líquido de la Luna, que podrían provocar actividad sísmica.

Dennis Harris, jefe de NGLR en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, señaló que «la tecnología promete resultados 10 veces más precisos que los retrorreflectores de la era Apolo». Harris también reveló que una segunda unidad, conocida como Artemis Lunar Laser Retroreflector (ALLR), podría desplegarse cerca del polo sur lunar durante la misión Artemis III. Está previsto que un tercero se entregue en el futuro en otra ubicación.

Innovación comercial para la exploración lunar.

El modelo CLPS, que combina colaboración comercial y objetivos científicos, pretende reforzar el crecimiento de la industria aeroespacial. La NASA, como principal cliente de estas entregas, pretende compartir los vuelos con otros usuarios en el futuro. El Centro Marshall también gestiona el desarrollo de siete de las diez cargas útiles a bordo del Blue Ghost.enfatizando la colaboración entre sectores para allanar el camino hacia la exploración lunar sostenible.

Con estas iniciativas, la NASA da un paso decisivo hacia el conocimiento avanzado de nuestro satélite natural y refuerza su compromiso con la innovación y la cooperación en la exploración espacial.

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